Juegos de verano para estimular el cálculo mental

El auto, la playa, el campo, tendidos sobre una toalla…cualquiera puede ser el escenario en que la familia puede recurrir a entretenidos juegos donde no sólo se acorta el tiempo, también se aprende matemática y se desarrolla el cálculo mental.

"¿Mamá, cuánto falta?", "¿Papá dónde estamos?" quien arriba de un auto, viajando en bus o en avión no ha escuchado la frase de niños aburridos que lo único que quieren es llegar al destino de vacaciones. Para esos momentos, en que el tiempo se hace lento, Paulina Estrada, Coordinadora Académica de Red Crecemos y Experta formadora de docentes en Método Singapur, recomienda entretenidos juegos que se pueden hacer en cualquier momento y donde los materiales, sólo están en el ingenio del jugador. Estos son:

a)      Gato de memoria: Los competidores tienen que imaginar una cuadrícula y numerarla como muestra la figura. Al igual que en el gato se turnan diciendo los números, gana el que logre primero tres números de la misma fila, columna o diagonal.

b)       Jugar con las patentes de autos: Las patentes de autos antiguos son fuente de infinitos juegos. Uno de ellos puede ser Sumar los dígitos de las patentes como por ejemplo, la patente TB 75 21, se suma 75+21 ó 7+5+2+1= 15. Buscar una patente que sume 100 por ejemplo JB 23 77, porque la suma de 23+ 77 es igual a 100.

c)       Jugar con las direcciones de las casas: hacer lo mismo que con las patentes, pero con las direcciones. Por ejemplo Suecia 2173 se suma 21+73= 94 ó 2+1+7+3= 13.

d)      Jugar Toque y Fama: Un jugador debe pensar un número de tres dígitos y el resto debe adivinar, tan sólo diciendo los números. Toque significa que dijo el número correcto en la posición correcta y fama el número correcto en la posición incorrecta. Por ejemplo si un jugador pensó el número 273 y otro uno dio como alternativa 170 tiene un toque y si dice 732 tiene tres famas.

e)      Pensar un número: Un jugador debe pensar un número y otro debe adivinarlo con operaciones matemáticas en las oportunidades que se determinen. Por ejemplo pienso el 10. Y el jugador pregunta: " si lo divido por 2", la respuesta en 5. " si lo multiplico por 5", la respuesta en 50 y " si le sumo 2"  es 12. La idea es ir aumentando la complejidad y disminuyendo las chances de preguntas. Gana el equipo que adivina con menor cantidad de preguntas.

f)       Adivinar un número: Un jugador piensa un número entre, por ejemplo 102 y 987, de tres dígitos distintos. Por ejemplo 523, 525 no sirve. De la misma forma que el ejemplo anterior se adivina preguntando, pero en un máximo de cinco chances.

Para las tardes en que los juegos de salón tienen el papel principal en la familia, la coordinadora de matemática y encargada de modelos pedagógicos de excelencia de Red Crecemos, Susana Castro, propone darle un uso distinto a los juegos tradicionales:

a)      Metrópoli: Ayuda al cálculo de sumas, en el caso de ser Banco hay que restar los vueltos y si compras casas o edificios se requiere multiplicar. Es un buen juego familiar donde los preescolares pueden participar haciendo pareja con un adulto y avanzando los puestos que indique el dado, lo que es un principio para la suma.

b)       21: El juego matemático por excelencia del naipe inglés. Se tiran 4 cartas sobre la mesa y se reparten 4 a cada jugador, que pueden ser de dos a seis. Éstos deben sumar los puntos de una de sus cartas más al menos una de las se encuentran en la mesa para formar el 21. Por ejemplo: 10 y 11, 6,7 y 8.  Si un jugador no puede formar 21, debe dejar una carta sobre la mesa, y cuando se acaban las cartas de la mesa, se reponen por otras 4. Gana el que ha recogido más cartas de la mesa. Este juego se puede adaptar para formar cualquier número. En el método Singapur refuerzan los números conectados que se trabajan en 1° y 2° básico.

c)       El Uno: Un excelente juego de estrategia donde las cartas se clasifican por color y por número. Fácil de jugar para todas las edades, lo puede hacer un número mayor de personas haciéndose más interesante.

Red Crecemos es una red de colegios particulares subvencionados de la Región Metropolitana, donde se educan más de 10 mil niños de zonas vulnerables. En la mayoría de las comunas donde se encuentra, Red Crecemos es líder en puntaje Simce en 4° básico, principalmente por el uso de metodologías innovadoras en su enseñanza en ciencia, lenguaje y matemática, entre las que destaca con gran éxito el Método Singapur que se aplica desde hace más de dos años.